Citas Bíblicas para compartir en las Reuniones  de deportes centradas en Jesucristo

¿Se ha detenido a reflexionar sobre el hecho de que las enseñanzas de Jesucristo han impactado tanto al mundo que el tiempo se mide como Antes de Cristo (a.C.) y (d.C.) después de Cristo, lo que significa “en el año del Señor”? ¿Y ha considerado que la Biblia que nos da las enseñanzas de Jesucristo se ha convertido en el libro más leído en el mundo? Obviamente, incontables millones han descubierto que las enseñanzas de Jesucristo funcionan mejor que cualquier otra cosa para hacer que nuestra relaciones mejoren y sean más felices de lo que serían de otra manera.

Estamos convencidos de que todo verdadero gozo en esta vida y para siempre está en la calidad de nuestras relaciones de confianza y amor con nuestro Padre Celestial y Su hijo Jesucristo, con nosotros mismos, con nuestros familiares y con los demás. Y que cada uno de los mandamientos de Dios nos son dados con amor para hacer cada una de nuestras relaciones más confiables y amorosas.

Entonces, ¿qué enseñó Jesucristo sobre las relaciones y cómo debemos tratar a los demás?

Juan 13: 34 – 35:  “Un mandamiento nuevo os doy: Que os aaméis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.”

Efesios 5: 25:  “Maridos, aamad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”.

Galatas 5: 22: “Pero el fruto del Espíritu es: aamor, bgozo, cpaz, dlonganimidad, benignidad, bondad, efe”. (Es importante entender que el fruto o recompensa de vivir de una manera que tengamos el Espíritu de Dios con nosotros; siguiendo Sus enseñanzas y la guía interna de la Luz de Cristo ‘o conciencia’ que todos tenemos disponible; es que seremos bendecidos con mayor amor, alegría, paz interior, gentileza, bondad, fe, mansedumbre, etc. Satanás y su equipo pueden tentarnos con placeres mundanos tentadores pero dañinos, etc. como recompensa, pero nunca pueden bendecirnos con verdaderos placeres internos. paz y con verdadera alegría porque no tienen nada para dar, ¿no?)

Efesios 4: 32:  “Más bien, sed abenignos los unos con los otros, misericordiosos, bperdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo.”

Galatas 5: 14 Porque toda la aley en esta sola palabra se cumple: bAmarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Mateo 22: 36 – 40:    “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? Y Jesús le dijo: aAmarás al Señor tu Dios con todo tu bcorazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a este: aAmarás a tu prójimo como a ti mismo. aDe estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.

1 John 3: 18:  “Hijitos míos, no amemos de palabra ani de lengua, sino de bhecho y en verdad.”

Lucas: 23: 33 – 34:  “Y cuando llegaron al lugar que se llama de la aCalavera, le crucificaron allí, . .  Y Jesús decía: Padre, aperdónalos, porque no saben lo que bhacen. Y repartieron entre sí sus cvestidos, echando suertes.”

(¿Quién sino Jesucristo, después de haber sido burlado, azotado, golpeado y crucificado, habría orado: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen?” ¿No es esa una prueba sorprendente de cuánto nos aman nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo a cada uno de nosotros, hijos de Dios? ¡Cuán importante es para nosotros recordar siempre que si oramos constantemente, con la ayuda del Señor también podremos perdonar a todos los que son crueles con nosotros).

Josue 1: 9:  “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque aJehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.”

Hechos 10: 38:  “Ecuanto a Jesús de Nazaret: cómo le aungió Dios con el bEspíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque cDios estaba con él.” ((Entonces, Jesucristo mismo hizo el bien en todas partes compartiendo Su bondad, Amor y curación con todos, así que si queremos disfrutar de relaciones como Él lo hizo, debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para seguirlo y seguir adelante. hacer el bien y compartir bondad, servicio y amor con los demás, ¿verdad?)

Filipenses 2: 1 – 4:  “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable y algunas misericordias, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo aamorbunánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien, con humildad, aestimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.”

Mateo 7:12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres ahagan con vosotros, así también bhaced vosotros con ellos, porque esta es la cley y los profetas.” (También conocida como la Regla de Oro)

1 Juan 4: 18:  “En el aamor no hay btemor, sino que el perfecto camor echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo, y el que teme, no se ha perfeccionado en el amor.”

Romanos 12: 10:   “amaos los unos a los otros con acaridad fraternal, prefiriéndoos con honra los unos a los otros.”

Romanos 15: 7:   “Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó, para gloria de Dios.”

1 Corintios 12: 25:   “para que no haya división en el cuerpo, sino que todos los miembros ase preocupen por igual los unos por los otros.”

Gálatas 5: 13 – 14:  “Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino aservíos por amor los unos a los otros. Porque toda la aley en esta sola palabra se cumple: bAmarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Filipenses 4: 11:  “No lo digo porque me encuentre en la indigencia, pues he aprendido a acontentarme con lo que tengo.”

Isaias 64: 4 Y desde la antigüedad nunca oyeron, ni oídos percibieron ni aojo había visto, oh Dios, fuera de ti, quien actuase en favor de aquel que en él espera.”

Proverbios 3: 5- 6:  “aConfía en Jehová con todo tu corazón,y no te apoyes en tu propia bprudencia. aReconócelo en todos tus caminos,y él enderezará tus veredas.”

Salmos 13: 6:   “Cantaré a Jehová,porque me ha hecho mucho bien.”

Romanos 8: 16:   Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos ahijos de Dios.”

Hechos 17: 28 – 29:  “Porque en él avivimos, y nos movemos y somos; como algunos de vuestros propios poetas también dijeron: Porque blinaje suyo somos.  Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a aoro, o a plata, o a piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.”

Mateo 5: 43 – 47:  “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu aprójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: aAmad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y borad por los que os ultrajan y os persiguen; para que aseáis bhijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos. Porque si aamáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?” (¿No es cierto que orar por tus enemigos, como Jesús enseñó, es la mejor y más sabia manera de aprender a perdonarlos, como Jesús nos enseñó a hacer, para traernos paz interior y mejorar nuestras relaciones? Jesús enseñó principios de relación que no se parecían a lo que otros habían enseñado antes, de una manera mucho más amorosa, generosa, perdonadora y desinteresada. ¿Quién más habría pensado en principios tan amorosos? Otros seguidores de Jesucristo se atrevieron a enseñar estos principios desde entonces, cuando los probaron y descubrieron que “funcionan” sorprendentemente bien – – – lo que significa que estos principios traen más gozo real, paz interior y relaciones amorosas que cualquier otra cosa.)

Mateo 7: 1 – 5:  “ aNo juzguéis, para que no seáis bjuzgados. Porque con el ajuicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la bmedida con que medís, se os volverá a cmedir. aY, ¿por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la bviga que está en tu propio ojo? O, ¿cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en tu propio ojo? a¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.”

Juan 17: 3:  Y esta es la vida aeterna: que te bconozcan a ti, el único cDios verdadero, y a Jesucristo, a quien has denviado.”

1 Juan 4: 18 – 21:  “En el aamor no hay btemor, sino que el perfecto camor echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo, y el que teme, no se ha perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, pero aaborrece a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su bhermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que aama a Dios, ame también a su hermano.”

Juan 14: 15:   “Si me aamáisbguardad mis cmandamientos.”

Proverbios 18: 22:  “aaEl que halla besposa halla el bien y alcanza la benevolencia de Jehová.”

Proverbios 23: 7:  “porque cual es su apensamiento en su bcorazón, tal es él.Come y bebe, te dirá.”

Mateo 5: 3 – 6:  “aBienaventurados los bpobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los amansos, porque ellos recibirán la btierra como heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de ajusticia, porque ellos serán bsaciados.”

Mateo 5: 5 – 7: “Bienaventurados los amisericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de alimpio bcorazón, porque ellos cverán a Dios. Bienaventurados los apacificadores, porque ellos serán llamados bhijos de Dios.”

Mateo 5: 10 – 12:  “Bienaventurados los que padecen apersecución por causa de la justicia, porque bde ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de amal contra vosotros, mintiendo. aGozaos y alegraos, porque vuestro bgalardón es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”

Mateo 5: 13:   “Vosotros sois la asal de la tierra; pero si la sal perdiere su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.”

Mateo 5: 14 – 16:  “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una avela y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra aluz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas bobras y cglorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

Mateo 5: 21 – 22:  “Oísteis que fue dicho a los antiguos: aNo bmatarás; y cualquiera que matare cserá culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se aenoje con su hermano será culpable de juicio; y cualquiera que diga a su hermano: bRaca, será cculpable ante el concilio; y cualquiera que diga: Insensato, quedará expuesto al fuego del dinfierno.”

Mateo 5: 38 – 39:   “Oísteis que fue dicho: aOjo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al malo; antes bien, a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, avuélvele también la otra;”

Mateo 5: 41 – 42:  “ y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, adale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.”

Mateo 25: 34 – 40:  “Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, aheredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; aenfermo, y me bvisitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos?, ¿o sediento y te dimos de beber?¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos?, ¿o desnudo y te cubrimos?¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo ahicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”

Efesios 4: 28 – 32:  “El que hurtaba, no hurte más, sino atrabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué bdar al que padece necesidad. Ninguna apalabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los oyentes.

Y no acontristéis al bSanto Espíritu de Dios, con el cual fuisteis csellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, y enojo, e ira, y gritos, y amaledicencia y toda bmalicia. Más bien, sed abenignos los unos con los otros, misericordiosos, bperdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo.”

Haga una pausa para considerar cómo los primeros cuatro de los diez mandamientos que aparecen a continuación nos ayudan a fortalecer nuestra relación con Dios, y los otros seis nos ayudan a disfrutar de mejores relaciones con Sus hijos si los seguimos sabiamente.

1. No tendrás otros dioses delante de mí.

2. No te harás ninguna imagen tallada.

3. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano.

4. Recuerda el día de reposo para santificarlo. 

5. Honra a tu Padre y a tu Madre.

6. No matarás.

7. No cometerás adulterio.

8. No robarás.

9. No darás falso testimonio contra tu prójimo.

10. No codiciarás.

Ver Biblia: Éxodo 20: versículos 3 al 17

Juan 3: 16  “Porque de tal manera aamó bDios al mundo que ha dado a su Hijo cUnigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.”

(Muchos padres amorosos sacrificarían sus propias vidas para salvar a su hijo; pero ¿cuántos de nosotros sacrificaríamos a su hijo para salvar a otra persona – – – como lo hizo nuestro Padre Celestial? Ese es ciertamente un nivel más alto de sacrificio, ¿no es así? .)

Lucas 11: 2 & 4:  “ Padre nuestro que estás en los cielos, . . .  Y aperdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que bnos deben.”

Marcos 11: 26  “Porque si vosotros no aperdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.”

Romans 8: 16 – 17:   “Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos ahijos de Dios. Y si hijos, también aherederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”

Filipenses: 4: 6 – 7:   “sino sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda boración y ruego, con acción de cgracias. Y la apaz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

Proverbios 3: 5 – 6:  “aConfía en Jehová con todo tu corazón,y no te apoyes en tu propia bprudencia.

aReconócelo en todos tus caminos,y él enderezará tus veredas.”

Filipenses 4: 11:  “No lo digo porque me encuentre en la indigencia, pues he aprendido a acontentarme con lo que tengo.”   (Cuando elegimos ser agradecidos con Dios y estar contentos con nuestras innumerables bendiciones, ¿no es eso una bendición para todas nuestras relaciones?)

Santiago 1: 22  “Pero sed ahacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”

Proverbios 23: 20 – 21:  “No estés con los bebedores de vinoni . . . porque el abebedor y el bcomilón se empobrecerán”.

Juan 20:17  “Jesús le dijo: aNo me toques, porque aún no he subido a mi bPadre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.”

Salmos 46: 10  “Quedaos tranquilos, y asabed que yo soy Dios”.

Juan 10: 10:  “Yo he venido para que tengan avida, y para que la tengan en abundancia.”

Romanos 8:16:   “Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos ahijos de Dios.”

3 Juan 1: 4   “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis ahijos bandan en la verdad.”

Mateo 7: 7 – 11:   “aPedid, y se os dará; bbuscad, y hallaréis; cllamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿Y si le pide un pez, le dará una serpiente? Pues si vosotros, asiendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden?”

Mateo 7: 21-23:   “No todo el que ame dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que bhace la voluntad de mi Padre que está en los ccielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no aprofetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros? aY entonces les declararé: bNunca os conocí; capartaos de mí, hacedores de dmaldad.”

Juan 14:15:  “Si me aamáisbguardad mis cmandamientos.”

Juan 7: 17:   “El que quiera hacer la avoluntad de él bconocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mí mismo.”

Juan 17: 3:   “Y esta es la vida aeterna: que te bconozcan a ti, el único cDios verdadero, y a Jesucristo, a quien has denviado.”

2 Timoteo 3: 16 – 17:  “aToda Escritura es inspirada por Dios y bútil para censeñar, para reprender, para dcorregir, para instruir en ejusticia, a fin de que el hombre de Dios sea aperfecto, enteramente instruido para toda buena obra.”

Santiago 1: 5 – 6:  “aY si alguno de vosotros tiene falta de bsabiduríacpídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y dle será dada. Pero pida con afe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es movida por el viento y echada de una parte a otra.”

Santiago 2: 17 -18:  “Así también la afe, si no tiene bobras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis aobras.”

Mateo 16: 15 – 19:  “ Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondió Simón Pedro y dijo: ¡Tú eres el aCristo, el Hijo del Dios viviente! Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo areveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Mas yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta aroca edificaré mi biglesia, y las cpuertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te arélas allaves del breino de los cielos, y todo lo que cates en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.”

Mateo 5: 48:   “aSed, pues, vosotros bperfectos, así como vuestro cPadre que está en los cielos es perfecto.”   (Podemos dar nuestro mejor esfuerzo diario de oración para llegar a ser cada vez más como Jesucristo, – – – más amorosos, generosos, compasivos, sirviendo desinteresadamente a los demás, etc., pero ciertamente no alcanzaremos la perfección durante nuestro corto tiempo en la tierra. .)

Mateo 6: 1 – 4:  “ aMirad que no deis vuestra blimosna delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera, no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los ahipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser balabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te arecompensará en público.”

Mateo 6: 5 – 8:   “Y cuando ores, no seas como los ahipócritas, porque a ellos les gusta el orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.Mas tú, cuando aores, entra en tu aposento, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que bve en lo secreto, te recompensará en público. Y al orar, ano uséis vanas repeticiones, como los bgentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos, porque vuestro Padre asabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis.”

Mateo 6: 9 – 15:  “Vosotros, pues, aoraréis así: bPadre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu cnombre. Venga tu areino. Hágase tu bvoluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy el pan nuestro de cada día. Y perdónanos nuestras adeudas, como también nosotros bperdonamos a nuestros deudores. aY no nos bmetas en ctentacióndmas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder y la egloria, por todos los siglos. Amén. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre Celestial. Pero si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”

Mateo 6: 16 – 18:  “Y cuando aayunéis, no pongáis un semblante como los hipócritas, porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya btienen su recompensa. Mas tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te arecompensará en público.”

Mateo 6: 19 – 21:  “ No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones aminan y bhurtan; sino haceos atesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

Mateo 6: 24:  “Ninguno puede aservir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se apegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas.”

Mateo 6: 33:   “aMas bbuscad primeramente el creino de Dios y su djusticia, y todas estas ecosas os serán fañadidas.”

Mateo 7: 13 – 14:  “13 Entrad por la puerta aestrecha, porque ancha es la puerta y bespacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.

14 Porque aestrecha es la puerta y bangosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”

Mateo 7: 16 – 20:   Por sus afrutos los bconoceréis. ¿Se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da abuenos frutos, mas el bárbol malo da cmalos frutos. No puede el árbol bueno dar malos frutos, ni el árbol malo dar buenos frutos. Todo árbol que no da buen afruto bes cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.”

Mateo 7: 24 – 27:   “A cualquiera, pues, que me aoye estas palabras y las hace, ble compararé a un chombre prudente que edificó su casa sobre la droca. Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y aazotaron aquella casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Y a cualquiera que me oye aestas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena. Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella acasa; y bcayó, y fue grande su ruina.”

Lucas 24:  36 – 39:  “Y mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: aPaz a vosotros. Entonces ellos, espantados y atemorizados, pensaban que veían un espíritu. Mas él les dijo: ¿Por qué estáis turbados y surgen dudas en vuestros corazones? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; apalpad y ved, porque un bespíritu no tiene ccarne ni huesos como dveis que yo tengo.”

Hechos 7: 55 – 56:   “Pero Esteban, estando lleno del aEspíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la bgloria de cDios, y a dJesús que eestaba a la fdiestra de Dios, y dijo: ¡He aquí, aveo los cielos abiertos y al bHijo del Hombre que está a la diestra de Dios!”

Romanos 1: 16:   “Porque no me aavergüenzo del bevangelio de Cristo; porque es poder de Dios para csalvación a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego.”

Romanos 5: 1:   “aJustificados, pues, por la bfe, tenemos cpaz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.

1 Juan 4: 7 – 8:    “Amados, aamémonos unos a otros, porque el bamor es de Dios. Todo aquel que ama ha cnacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no aconoce a Dios, porque Dios es amor.”

Juan 15: 12 – 13:  “Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os ahe amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno aponga su vida por sus amigos.”

Romanos 8: 38 – 39:  “Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá apartar del aamor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

1 Corintios 10: 13:  “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser atentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la bsalida, para que podáis soportar.”

1 Corintios 15: 20 – 22:  “Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos; y llegó a ser aprimicias de los que durmieron. Porque por cuanto la amuerte entró por un hombre, también por un hombre la bresurrección de los muertos. Porque así como en aAdán todos mueren, así también en bCristo todos serán cvivificados.”

Ezequiel 36: 26:  “26 Tambien os adaré un bcorazón cnuevo.”  

Efesios 4: 11 – 14:  “Y él mismo aconstituyó a unos bapóstoles; y a otros, cprofetas; y a otros, devangelistas; y a otros, epastores y fmaestros; a fin de aperfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la bedificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la aunidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un bvarón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos aniños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de bdoctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error.”

2 Timoteo: 3: 1 – 5:  “Esto también debes saber: que en los apostreros días vendrán btiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, aavaros, vanagloriosos, bsoberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, sin aafecto natural, implacables, calumniadores, sin dominio propio, crueles, aborrecedores de lo bueno,

traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los adeleites más que de Dios, teniendo aapariencia de piedad, pero bnegando la eficacia de ella; a estos evita.”

Apocalipsis 20: 12 – 13:  “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, ade pie delante de Dios; y los blibros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, cel cual es el libro de la vida. Y fueron djuzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la amuerte y el infierno entregaron los muertos que había en ellos; y cada uno fue juzgado según sus obras.”

Genesis 2: 18  “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté asolo; le haré bayuda idónea para él.”

Josua 24: 15:  “Escogeos hoy a quién sirváis. . . pero yo y mi casa serviremos al Señor.

Juan 16: 33:   “En el bmundo tendréis caflicción. Pero dconfiad; yo he vencido al mundo.

Efesios 6: 8:  “Sabiendo que el bien que cada uno haga, eso arecibirá del Señor, sea esclavo o sea libre.”

Efesios 6: 11 – 18:  “Vestíos de toda la aarmadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos alucha bcontra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los cgobernadores de las dtinieblas de este mundo, contra las efuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad pues firmes, aceñidos vuestros lomos con la bverdad, y vestidos con la ccoraza de djusticia. Y calzados los pies con la preparación del evangelio de paz; sobre todo, tomad el escudo de la fe, con el que podáis apagar todos los adardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la asalvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; aorando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda bperseverancia y súplica por todos los santos.”

Genesis 1: 26 – 27:   “Y dijo Dios: aHagamos al bhombre a nuestra cimagen, conforme a nuestra semejanza; y dtenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y ahembra los creó.”

Exodo 33: 11:  “11 Y hablaba aJehová a Moisés bcara a cara, como habla un hombre a su amigo.” 

Levitico 19: 18:  “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que aamarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.”

Josue 1: 8:  “Este libro de la aley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche bmeditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.”

1 Samuel 16: 7:  “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que ael hombre mira, pues el hombre bmira lo que está delante de sus ojos, pero cJehová mira el dcorazón.”

Job 19: 25 – 26:  “aYo sé que mi bRedentor vive,y que cal final se levantará dsobre el polvo. Y después de deshecha esta mi apiel,aún he de bver en mi ccarne a Dios.”

Salmos 24: 3 – 4:  “¿Quién asubirá al monte de Jehová?¿Y quién estará en su lugar bsanto?

El alimpio de manos y bpuro de ccorazón,el que no ha elevado su alma a la dvanidadni ejurado con fengaño.”

Proverbios 3: 5 – 6:  “aConfía en Jehová con todo tu corazón,y no te apoyes en tu propia bprudencia. aReconócelo en todos tus caminos,y él enderezará tus veredas.”

Isaias 1: 18  “Venid ahora, dice Jehová, y arazonemos juntos: aunque vuestros bpecados sean como la grana, como la nieve serán cemblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”

Isaias 53: 3 – 5:  “aDespreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores y experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo bestimamos. Ciertamente allevó él nuestras benfermedades y sufrió nuestros dolores, y nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y afligido. Mas él aherido fue por nuestras btransgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus cheridas fuimos nosotros dsanados.”

Isaias 55: 8 -9:   “Porque mis apensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos bmis caminos, dice Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son amis caminos bmás altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

Salmos 18: 2:  “Jehová, aroca mía y baluarte mío, y mi blibertador;Dios mío, fortaleza mía, en quien me refugio;escudo mío y el poder de mi salvación, mi alto refugio.”

1 Timoteo 6: 7 – 8:  “Porque anada hemos traído a este mundo y, sin duda, nada podremos sacar.

Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, estemos contentos con esto.”

1 Timoteo 6: 9 – 12:  “Porque los que quieren aenriquecerse caen en btentación y trampa, y en muchas ccodicias necias y dañinas, que hunden a los hombres en dperdición y muerte. Porque el aamor al bdinero es la raíz de todos los males, el cual, ccodiciando algunos, se dextraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la ajusticia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la avida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo bhecho la buena profesión delante de muchos testigos.”

2 Timoteo 4: 6 – 8:  “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.

Desecha las fábulas profanas y de viejas, y ejercítate para la piedad. Porque el ejercicio corporal apara poco es provechoso, pero la bpiedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera